Hogar inspirado en los valores Cristianos, acoge niños huérfanos y vulnerables en un ambiente familiar, amoroso, estable y seguro. Mantenemos juntos a los hermanos y hermanas y les proveemos educación y cuidados médicos de calidad, así como formación espiritual. Formamos nuestros valores mediante el servicio a las comunidades en las que vivimos.
Es una organización internacional sin fines de lucro, que tiene su aparición en el mundo desde el año 1949 .Trabaja para integrar a la sociedad de forma satisfactoria a los niños, niñas adolescentes y jóvenes, que forman parte de sus programas a través de un enfoque de Desarrollo Humano Sostenible, lo cual implica un proceso de expansión de las capacidades de los niños y niñas para el aumento de sus opciones y oportunidades, impulsando así su autonomía.
Institución privada no lucrativa de credo católica y abierta a todo credo, cuyo objetivo fundamental es apoyar a niños, niñas y jóvenes con discapacidad intelectual y de bajos ingresos para que desarrollen al máximo sus habilidades y puedan incorporarse al proceso productivo de la sociedad. Ofrecen terapias según sus necesidades y cuentan con 2 talleres de terapia ocupacional. Además, diariamente se les sirve una merienda-almuerzo balanceada y muy nutritiva que para muchos de ellos es la comida más fuerte del día.
Fundado en el año 1985, en Bonao, surgió como una iniciativa de la parroquia San Antonio de Padua de Bonao y tuvo como su principal propulsor al padre Marcelino Ibarreta, quien se sentía preocupado por las personas de avanzada edad que deambulaban por las calles mendigando. El hogar comenzó a funcionar en el barrio Las Flores, mientras se construía la actual edificación, que fue levantada por partes y subvencionado con fondos aportados por diferentes organismos. Los residentes en el hogar, en su mayoría, provienen de barrios marginados donde vivían en precarias condiciones.
Fue fundado en 1993, lleva el nombre de un religiosa que fue superiora general, quien tuvo la idea de formar una casa para las religiosas pertenecientes a la congregación de “Hermanas de la Caridad Cardenal Sancha”, que necesitaban recuperarse por un tiempo de alguna condición médica. Fueron Hermanas que brindaron su servicio a los más pobre de la sociedad, pero que por su condición de salud ya no pueden continuar, siguen ayudando y evangelizando a través de la oración. El hogar se sostiene del trabajo de las hermanas y de la generosidad de instituciones y personas.
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